0137 «Mis manos están frente a ti»
Oscar se acerca lentamente a ella, como la danza de un depredador que está a punto de conseguir atrapar a su presa. Lunara retrocede dos pasos, pero él la toma por la cintura y la besa con una pasión que no se imaginó podía sentir.
—Oye… detente… —le dice Lunara