—Verá, mi mujer no me cree que pasé toda la noche aquí cuidando a mi hijo y tampoco que una mujer desconocida me atacó esta mañana, ¿podría ayudarme?
—Claro, claro… adelante.
Blake la sienta en una silla vacía y se coloca de tal manera que ella no puede salir del cuarto. Mientras los hombres habla