Elizabeth se quedó en silencio observando con atención, pero su prima insistía con la pregunta.
-¡Es una locura!, no es posible dijo y comenzó a reírse.
Luego fue interrumpida por Alfred quién había extendido su mano, Elizabeth lo miro y rápidamente entendió.
La música comenzó a sonar, Alfred la tomó de su cintura y comenzaron a bailar en el medio de la pista.
-Este es el primero de muchos preciosa, dijo él besando su mejillas.
-Alfred, tenemos que hablar.
-Bien, acompáñame.
-Abril sospecha sobre ustedes, recién me preguntó si creía en las leyendas urbanas sobre hombres lobos, comentó Elizabeth y luego su mirada se enfoco en su prima quien miraba con atención.
-Lo sé, a tu madre le han borrado los recuerdos de esa noche, pero con tu prima fue distinto. Resulta que tiene una conexión con uno de nosotros.
¿Sabes algo sobre eso?
-No quiero que mi prima sufra, para mí no ha sido nada sencillo acostumbrarme y aceptar ésto, no quiero que pase por lo mismo, respondió Elizabeth.
- Eso signifi