No sé si hice bien en venir con el señor Russo, aún tengo recuerdo de lo que sucedió aquella noche, si él es un vampiro, sin dudas es quien mato al señor Brantz.
-No me has preguntado la dirección, dije un poco temerosa.
-No, aún no... pero puedo adivinar por esa elegancia que porta, yo solo sonreí.
-Te arriesgas mucho al estar con el señor Marqués.
-No entiendo... ¿Qué quiere decirme con eso?
-Tú sabes a qué me refiero, Elizabeth, yo sé lo que es, me dijo y me paralice, ¿a caso lo sabe?
-No entiendo que se refiere... pregunté haciéndome la desentendida.
-¿Crees que estarás a salvo cerca del Alfa de Casteville?, al escuchar sus palabras el miedo me llenó, mi corazón comenzó a latir a toda velocidad.
-¿Cómo lo sabes?, pregunté aunque no estoy segura de querer saber la respuesta.
-Porque soy un vampiro... su confesión me dejó sin aliento, es mi fin, ¡maldición!, tengo miedo mucho, nadie podrá salvarme de él... ¡¿pero qué es lo que he hecho?!
-Entonces, no fue mi imaginación, comenté hac