De camino al club, Amelia recogió a algunas de las otras chicas de la manada. Cuando llegamos al Club Sensaciones, bajamos del coche y caminamos hasta la entrada. Ya puedo ver que hay una línea enorme alrededor de la cuadra.
“Oh,vaya. ¿Vamos a poder entrar?”, pregunto, mirando a toda la gente esperando.
“Por supuesto que sí, sí entraremos. Conozco al portero”, dice la amiga de Amelia detrás de mí mientras nos acercamos a la puerta. El portero reconoce a la amiga de Amelia de inmediato y nos deja entrar sin hacer preguntas.
“Disfruten su noche, señoritas”, dice el portero con un guiño.
Entramos al club y estaba completamente oscuro, excepto por las luces intermitentes. Puedo ver gente bailando y tomando bebidas en el bar y frente a donde estamos paradas hay una jaula con mujeres bailando adentro.
“¡Esto es increíble!”, grito por encima de la música. Amelia me mira con una sonrisa.
“¡Vamos a tomar algo, chicas!”, ella anuncia, dirigiéndose al bar.
Su amiga que está a mi lado