Ella estaba muy dispuesta a expresarme su amor, así que naturalmente yo también debía hacerle sentir mi cariño: —Nuestra Sofía también es muy buena, y yo también te amo mucho.
Ahora que Sofía hablaba con Daniel, él no quería perder ninguna oportunidad de conversar con ella. Fingió estar celoso: —¿Entonces Sofía no ama a papá?
—¡Sí, sí, sí! —aunque molesta por la interrupción de su momento con mamá, Sofía respondió con voz dulce—: ¡También amo mucho a papá!
Daniel, aparentando no notar el disgusto de Sofía, respondió: —Me alegro.
Después de lidiar con papá, y temiendo que Daniel siguiera preguntando, Sofía tomó mi rostro entre sus manos y susurró en mi oído: —Pero a quien más más más más amo es a mamá.
Repitió tantas veces la palabra "más", como si solo así pudiera demostrar que su amor por mí era único. Al terminar, levantó la barbilla y le lanzó una miradita presumida a Daniel.
Daniel solo sonrió. Yo tampoco pude evitar reírme.
Al ver que esta vez no la interrumpieron, Sofía tomó feli