Capítulo 104
Joaquín también sentía su dolor y le dio suaves palmaditas en la espalda: —Todavía tienes a mamá Carolina.

El llanto de Gabriel se detuvo abruptamente. Joaquín, pensando que lo había consolado, continuó: —Ella te tratará mejor que mamá Luciana.

—No es cierto —Gabriel se apartó del abrazo de Joaquín—. Papá.

Su tono era muy serio: —No me engañes más, aunque sea un niño, entiendo todo.

Joaquín quiso decir algo más.

—Papá, ¿podemos irnos ya? —Andrés habló.

Joaquín miró a Andrés.

Andrés frunció el ceño: —Tengo hambre.

—Entonces vámonos ya —decidió Joaquín inmediatamente—. No quiero que pases hambre.

Gabriel se quedó inmóvil, mirando cómo Joaquín se alejaba tomando la mano de Andrés.

Así que... Sin darse cuenta, su papá también se había convertido en el papá de otro. ¿Cuándo...? ¿Cuándo había cambiado todo? Gabriel no podía entenderlo.

...

El entrenador llegó temprano. Apenas llegamos a la entrada de la mansión, vimos a un hombre desconocido esperando nerviosamente en el jardín.

Daniel le pr
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