Capítulo 159 —Monaguillo
Narrador:
La mansión Adler estaba más viva que de costumbre. El comedor principal había sido dispuesto para la cena familiar, y el murmullo de conversaciones se mezclaba con el aroma de los platos que iban y venían desde la cocina. Aylin, radiante a pesar de la pancita que ya empezaba a notarse, entró de la mano del Diablo. Él la tenía sujeta con esa mezcla de orgullo y posesión que no pasaba inadvertida. Los gemelos ocupaban sus asientos junto a Eros y Sasha, que mantenían una sonrisa cómplice. Dominic estaba con Natalia, hablando bajo, y ya estaban sirviéndose vino o acomodándose.
El Diablo golpeó suavemente su copa con el tenedor, llamando la atención.
—Bueno, basta de cuchicheos. —Su voz profunda llenó el espacio —Aylin y yo tenemos algo que compartir con todos ustedes.
Aylin sonrió, pero no habló enseguida. Sus ojos recorrieron la mesa como si quisiera grabar cada expresión. Luego se acomodó la falda, apoyó una mano sobre el vientre y dijo con calidez: