Alaric se quedó en completo silencio, sin poder creerlo. Aún estaba procesando la información. La sorpresa dio paso a una cruda desesperación.
—¿Cómo es que lo sabes? —repitió, su voz apenas un susurro.
Mara no le dio una respuesta directa. Su mirada, tan fría como el hielo, lo observó a los ojos si