Destiny se encontró con Sierra, llena de molestia. No podía creer la incoherencia de Alaric.
—¿Puedes creerlo? ¿Desde cuándo somos tan unidos como para que quiera presentarme ante todos?
Sierra observó a Destiny, un tanto preocupada.
—Ya no debes preocuparte. Le dijiste que no podías. El señor Winte