La mujer se puso pálida, al ver al mismo CEO de Goldman, allí frente a ella reclamándole la acción en contra de la chica de limpieza.
—Disculpe señor —tartamudeó, apenas conteniendo los nervios— fue un accidente, yo solo quería tomar el cesto de b4sura y se me cayó.
—¡¿Acaso me crees idiota?! —inquirió indignado—. Vi lo suficiente para saber lo sucedido, primero le cruzaste por el piso mojado, segundo, le arrojaste un vaso de agua, alegando un accidente y cuando viste que ella no se inmutó por tu comportamiento, te causó molestia y terminaste vaciando el cesto.
La mujer hizo amago de defenderse, pero Christian estaba tan enfadado, no se lo permitió.
—Recoge tus cosas y tienes exactamente —miró el reloj en su muñeca—. Tres minutos, ni uno