CAPITULO 9
Antonio no sabe cómo reaccionar, la sintió, ella estaba dispuesta, su cuerpo se acercó a él, y Aunque le parecía una ilusión, Luciana empezó a frotarse.
Sonrió, ella lo deseaban empezaba a sentir algo por el y esa era la única esperanza que necesitaba para sentirse completo.
Para Luciana la situación estaba lejos de ser una esperanza o algo bueno, ella sentía que estaba traicionando a Mateo, que al desear a Antonio, le fallaba a su memoria y sus deseos.
Al regresar se chocó con la detestable Diana, la loba empezo a regañarla
— Definitivamente, eres una inútil.
Luciana le dió un empujón — Soy la esposa de tu jefe y alfa, no te equivoques — su mirada era retadora.
Ella subió a la habitación y se acostó, necesitaba pensar en lo que estaba pasando en su corazón.
Paso el día con rapidez, Antonio quiso darle un tiempo a Luciana para pensar en lo sucedido y quizás para que abriera su corazón a una oportunidad.
Diana miro su herida, intento botar el pedazo de tela pero el se lo qui