— De mi abuelo, aunque quizás te has dado cuenta de una parte de lo que es capaz es más peligroso de lo que piensas y realmente lamento involucrarlas en esto, pero me aseguraré de que ambas estén bien, lo prometo. — Respondió Dante mirándola con cariño y preocupación.
Esto desconcertó a Mia, no lo que él le dijo, porque después de la amenaza de Charles, realmente creía que era peligroso, lo que la desconcertó fue la mirada de Dante y la forma en la que la estaba tratando.
¿Él no la odiaba? ¿No había creído lo que Bruno había dicho?
— Dante, ¿Ya no me odias? ¿Me crees? — Preguntó con voz temblorosa y con ojos esperanzados.
Sin importar que, amaba a este hombre en cuerpo y alma, él había entrado a su vida de una manera tan fuerte, imponente y constante que la había conquistado por completo, pese a su renuencia a enamorarse, le había robado el corazón y ya no podía imaginarse vivir sin él, por eso no podía soltar esta última esperanza al recibir un trato amable de su parte.
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