Capítulo 32: Nunca me dejará en paz.
Mia abrió los ojos y se encontró con la mirada de la enfermera que recién había entrado a su habitación.
— Señorita Miller, hoy se le dará de alta. —Informó la enfermera.
— Está bien, gracias. —Murmuró Mia y vio a la mujer salir.
Al quedar sola no pudo evitar pensar en lo sucedido con Dante ayer, se sentía muy reacia a dejarlo ir, desde entonces había un vacío en su pecho.
Se sentía muy incomoda con esto y estaba preocupada por él, pensaba que él no debería haberse ido así, pero Dante simplemente se había negado a mirar atrás, dejándola sin nada más que la tristeza y la culpa ahogándola.
Había sido su propia culpa, lamentablemente lo había entendido demasiado tarde y renunció a alguien que realmente la quería y se preocupaba por ella.
Ahora ya no importaba si se arrepentía ni el dolor de perderlo, ya todo había terminado y pensaba que irse de aquí seguía siendo la mejor opción.
Su secuestro lo había confirmado, sin importar lo que hiciera, ni si ella se mantenía a distancia, si seguía