19. ¿Es cierto que tú enviaste a mi hermano a la cárcel?
En cuanto Remo llegó a la habitación, preguntó a Savino que estaba ocurriendo con Marianné, pero este simplemente se encogió de hombros, abrió la puerta y se hizo a un lado para que lo descubriera por sí mismo.
Y efectivamente, así fue.
El pulso de Remo se detuvo en cuanto vio a Marianné en el piso, con la mirada gacha, sosteniendo su mano al mismo tiempo que por la otra bajaban hilos de sangre.
— ¡Marianné! — exclamó con voz preocupada, y no dudó en acercarse a ella, sin sospechar que como respuesta recibiría un inminente rechazo.
— ¡No me toques! — finalmente alzó el rostro, revelando el cansancio que la consumía, con ojeras profundas bajo sus ojos y rastros de lágrimas secas en sus mejillas.
Remo sintió un nudo en la garganta al verla en ese estado, y la culpa otra vez se hizo presente.
— Marianné…
— ¿Es cierto que tú enviaste a mi hermano a la cárcel? — interrumpió con voz ronca.
Remo frunció el ceño y se quedó momentáneamente sin palabras.
— No comprendo a que viene esa p