ANDREW :
La música nupcial empieza y sólo tengo ojos para la mujer que viene vestida de blanco a la derecha… Es tan hermosa que podría pasar horas admirandola y no me cansaría jamás.
—Toma una servilleta.
Escucho la voz de Iván que me habla y me giro a mirarlo.
—¿Servilleta? ¿Para qué?
Pregunto inocente.
—Para que te limpies la baba.
Se ríe con burla y tengo ganas de golpearlo, pero no le presto mucha atención y mejor miro a la mujer de mi vida, mi amor y la madre de mis hijos.
Al llegar frente a mí su padre me la entrega con una advertencia.
—Te entrego mi más preciado tesoro para que la cuides, la ames y la protejas.
—Haré eso con mi vida señor.
—Eso espero.
Dice entregándome su mano y dejo un dulce beso en esas preciosas manos que son solo mías.
—Estás hermosa.
Susurro y ella sonríe con un gracias y.
—Tú igual estás bello.
Dice y no puedo pedir.
Escucho cómo el señor Asher advierte a su hijo de cuidar y proteger a la nueva integrante de la familia y eso me hace feli