ACACIA LUNA.—Aún no puedo creer que hayas crecido en un lugar tan hermoso como este.—¿Hermoso? Para mi es normal.—Eso es porque estas acostumbrado a esto, si fueras alguien externo, como yo, pensarías diferente —le digo mientras sigo viendo por la ventana del auto—. El lugar parece de otro mundo.Escucho como Nicolás se atraganta con su saliva, por lo cual, lo volteo a ver.—¿Te encuentras bien? —le pregunto preocupada.—Sí, estoy bien —me responde con la voz un poco ronca después haber tosido por bastante tiempo—. No te preocupes.Lo veo dudosa por unos segundos más antes de volver a observar el pueblo por la ventana del auto.Desde que llegamos a su pueblo, he notado que hay momentos en los que Nicolás esta bastante raro, como si ocultara algo, lo cual, me preocupa cada vez más, pero no como para tener miedo y temer por mi seguridad, algo que espero que no suceda.El auto sigue moviéndose hasta que se detiene delante de un edificio.—El lugar para desayunar esta cerca de aquí —me
ACACIA LUNA.Preparo huevos revueltos mientras mi cabeza piensa una y otra vez lo que escuche hace varias horas todavía sin terminar de asimilarlo por completo.Sirvo el desayuno en los platos justo en el momento en el que Nicolás aparece en la cocina nada más con su ropa interior puesta mientras se seca el cabello con una toalla.—Estaba pensado en que hoy podríamos ir al norte del pueblo —me dice mientras nos sentamos en la mesa—, ahí hay muchas cosas que creo que podrían gustarte.—Me parece bien. Ninguno de los dos vuelve a hablar.—¿Te ocurre algo? —su pregunta me sorprende—. Estas extraña.—Estoy bien, no te preocupes —le miento—, solo estoy un poco cansada.—¿Quieres que nos tomemos el día de hoy para descansar? —me propone—, si no tienes energía no tiene sentido para salgamos ya que no lo disfrutaras.—Sí, me parece bien —le digo mientras bostezo—. Pero necesitamos llenar la despensa, ya no tenemos nada.—Me puedo encargar de eso —me dice—, puedo ir a un supermarket y comprar
ACACIA LUNA.Veo las demás fotos que hay en la carpeta y cada vez que creo que no puedo estar más sorprendida, me encuentro con otra foto que cambia mi opinión.¡Ay, dios mío!Agarro la fotografía en la cual, se ve claramente a Tamara y a un hombre besándose en lo que parece ser la habitación de un motel.¿Lo peor de todo? Es que la fotografía tiene fecha de hace algunos años y como si eso no fuera suficiente, reconozco al hombre con el que estaba ella, que resulta ser un antiguo profesor del lugar en dónde alguna vez estudiamos Cameron, ella y yo.Veo las siguientes fotos, pero cada vez están peor, ya que se ve a Tamara con ese profesor y otros hombres entrando a diferentes moteles y teniendo relaciones íntimas.Lanzo las fotos a otra parte mientras aguanto mis ganas de vomitar.Que asco.Cubro con una mano mi boca mientras intento respirar correctamente para que la sensación pase.No puedo creer que ese rumor haya sido cierto.Una vez que me encuentro mejor, decido agarrar todas la
ACACIA LUNA.Tiemblo en mi lugar mientras veo mis pies intentando terminar de asimilar toda la situación.Una taza aparece en mi campo de visión y levanto la cabeza para ver a Nicolás delante mío.—Es té —me informa—. Es para que te calmes un poco, bébelo.Veo la taza y como puedo, la agarro con mis manos temblorosas.—Tranquila —me dice Nicolás arrodillándose delante mío mientras sujeta mis manos para que no tiemblen y eso no provoque que me queme con la bebida—. Respira profundo.Lo obedezco y respiro profundo, aunque eso no ayuda en nada.—¿Mejor? —niego—. Bebe un poco del té.Llevo la taza a mi boca con la ayuda de él y bebo un poco.—¿Cómo...?—¿Es posible todo eso? —asiento—. Es algo que siempre ha ocurrido, solo que lo hemos ocultado de los humanos por seguridad, tanto para ellos como para nosotros, pero más para ellos, de lo contrario, podría existir un abuso de poder de todas las especies contra los humanos por ser los más débiles o podría haber una guerra entre humanos y las
ACACIA LUNA.—¿Una entrevista de trabajo? —Cameron asiente—. Explícame que no entiendo.—Yo tampoco entiendo —me dice dejándome más confundida—. Solo vinieron a mí y me dijeron "mañana tienes una entrevista de trabajo con el presidente de la empresa a las 9, no vayas a llegar tarde" —me río por su imitación de voz—. No te rías, esto es serio.—Perdon, pero me da mucha risa como imitas la voz de... ¿Olga? —él asiente dándome a entender que no me equivoqué de nombre—. Cómo sea, lo importante aquí es, ¿cómo te van a hacer una entrevista de trabajo en tu propio trabajo? Por más que lo pienso, no lo entiendo.—Dimelo a mi —se levanta del sofá y va a la cocina— ¿Quieres helado?—¿Ya andas de depresivo un día antes? —le pregunto bromeando y él me ve mal antes de lanzarme el trapo con el que limpiamos la cocina, ocasionando que me ria—. Estaba bromeando.—No estoy de humor para tus bromas —me dice sacando un bote de helado del congelador y agarrando una cuchara para empezar a comerselo—. Teng
ACACIA LUNA.—Sí, pero eso no fue lo peor —mi compañera le da un sorbo a su bebida antes de seguir hablando—. Lo peor fue que...Mi celular empieza a sonar y me levanto de la mesa para irme a un lugar un poco alejado para no interrumpir y que no escuchen mi conversación.—Hola —es lo primero que digo al contestar— ¿Qué sucede?—¿Estás en el trabajo? —me pregunta mi hermano.—¿En dónde más estaría a esta hora? —le digo risueña.—Buen punto —me dice—. Márcame en cuanto salgas de trabajar, vamos a salir a comer.—¿Por qué? —le pregunto confundida y luego algo regresa a mi mente haciendo que abra los ojos sorprendida—. No me digas que te despidieron.—Por suerte no —me dice y suspiro aliviada—. Me hablaron para algo más.—¿Para qué...?—Te lo cuento cuando estemos cenando —me interrumpe—. Te veo en unas horas, bye.—¿Bye?La llamada se termina dejándome confundida.¿Para qué le abran hablado?🌕🌕🌕🌕🌕Veo sorprendida a Cameron mientras mi mente asimila lo que me acaba de contar.—¿Qué?
ACACIA LUNA.—¡Se nos va a hacer tarde! ¡Apúrate!—¡Voy!Termino de maquillarme y guardo todo en mi estuche y posteriormente, en mi bolso.—¿Estás lista? —asiento—. Bien, vámonos.Cameron agarra sus llaves y salimos del departamento.—¿Cómo es tu presidente? —le pregunto una vez que entramos al auto y él me ve confundido brevemente—. Solo quiero saber si es simpático, normal o de esos jefes insoportables.—Creo que sería normal —me responde mientras enciende el auto y empieza a conducir—. Sé que con el trabajo es muy estricto, la otra vez fue personalmente a despedir a alguien y le dijo hasta de que se iba morir, realmente estaba enojado.—¿Y cómo te trato a ti ayer en la entrevista? —le pregunto nerviosa.—Bien —me responde—. Fue muy claro y preciso, supongo que no le gusta perder el tiempo.—Estoy nerviosa —le revelo—. Sé que aunque no me acepten tengo mi trabajo, pero, no sé, simplemente tengo nervios.—Todo va a salir bien —me dice—. Algo me dice que si te va a contratar, eres muy
NICOLÁS COOPER.—También necesito estos documentos lo más pronto posible.Le doy las carpetas a Leon.—Entendido —me dice— ¿Algo más?—Dile a Michael que se encargue de hacer una fiesta de bienvenida en la nueva empresa para los empleados —le informo—. Quiero que sea divertida y relajada y dile a Roberto que organice la reunión de bienvenida de la nueva empresa, ¿entendido?—Entendido —me responde—. Por cierto, hay algo que quiero preguntarte.—¿Qué es? —le pregunto viendo unos documentos en el computador.—¿Por qué estás haciendo todo esto?—¿A qué te refieres?—A la creación de la nueva empresa, el reclutamiento del personal, a la brindación de MUY buenas viviendas, la fiesta y reunion de bienvenida —me responde—. Tú nunca habías hecho algo así, es más, una vez dijiste que solo seria un desperdicio innecesario de dinero.—Las personas pueden cambiar de opinión —le comento—. Además, las cosas han cambiado y las personas ya se fijan un poco más en el ambiente laboral además de eso, en