~Especial Stefan~
Hemos llegado a Acapulco hace más de una hora, y ya nos hemos acomodado en nuestra habitación, puedo notar lo incómoda que está Marian, aunque no diga nada, no como su hermana que se quejó todo el viaje porque le tocaba dormir con Miguel, no dejamos de reírnos por su actitud. Está difícil que le haga caso a Miguel.
—Bajaré a conocer el lugar, ¿quieres venir?
Me ofrece Marian, arreglando su cabello. Volteo a verla, no lleva un vestido tan holgado, es más justo y no me había fijado que tiene un cuerpo bonito. Parece figura de guitarra.
—Sí, voy contigo —sonrío, acercándome—. Oye, podemos pedir otra cama si te sientes incómoda durmiendo conmigo.
Se ríe.
—Cálmate, ¿sí? En algún momento tendremos que dormir juntos, podemos verlo como una prueba adelantada.
Tomo su mano, haciendo que se siente en la cama. Es hermosa, sus ojos son color miel y puedo decir que tienen un brillo hermoso. Sus labios un poco gruesos son provocativos.
—No quiero incomodarte —lo confieso.
—Ste