En la mesa, todos permanecen en silencio, cada uno envuelto en sus propios pensamientos y sentimientos conflictivos, ansiando el final de la situación desgastante.
– ¿Será que esto es verdad? ¡Creo que nuestro hermano nos lo diría! – Exclama Luiza, expresando su curiosidad.
– Les dije que estaban juntos. – Responde Rebecca, visiblemente incómoda con el tema.
– Pero estar juntos y estar comprometidos son cosas bastante distintas, amiga. – Afirma Grace, con una sonrisa.
– Vamos a aclarar esto con nuestro querido amigo. – Propone Leandro, tomando el teléfono y llamando a Alex en el altavoz.
– ¿Por qué me estás llamando, Leandro? – Pregunta Alex al contestar, con un toque de impaciencia en la voz. – Estoy esperando a una hermosa señorita, no tengo interés en hablar contigo.
– Sabemos eso, de hecho, acaba de salir de aquí.
– Leandro, ¿por qué estás perdiendo tiempo en esto? – Pregunta Rebecca, observándolo atentamente.
– Déjame adivinar, ¿la Srta. Curtis habló con ustedes, Sr. Murphy?
– Sí