Camine llena de vigor hacia mi habitación, pero entonces me encontré con la voz de mis padres en la cocina, sin duda alguna llenos de vitalidad, mientras cocinaban algunas cosas para la supuesta noche de familiar de películas, aquello inventado por mi madre por el hecho de que había dado varios días libres a los sirvientes y no teníamos ayudada externa en nuestro hogar, la verdad es que no me molestaba y a ellos tampoco parecía molestarle, pues se escuchaba su risa en toda la cocina y parecían ser dos adolescentes riendo y robándose uno que otro beso mientras hacían una y otra cosa, eran completamente hermosos, una vida como esa es justamente la que deseo, una en la que no tenga la amarga vida de un amor por contrato y donde pueda amar libremente al hombre que deseo y que este me ame de la misma manera, justamente como lo eran mis padres, aquellos que se amaban desde muy jóvenes y a pesar de los años parecían adorarse de la misma forma, no importa los años.
--Solo digo que podemos com