Me vengare

Me quedé quieta en mi sitio, en lo que mi madre se acercó a nosotras y observo el libro que yo estaba leyendo, mientras la mujer de edad mediana me observaba fijamente sin vacilar un poco y juro que yo me encontraba de igual forma.

--Ya está cariño, solo vine por algunas hierbas para poder dormir, tu padre está teniendo muchas noches de insomnio, por lo que tengo que venir aquí semanalmente, es una dicha que te hayas animado en venir conmigo vamos… es hora de ir por el vestido, espero que te gusten los prospectos que están preparados, hemos elegido muchos de tu gusto, espero que esta vez si conseguimos uno que te agrade…--la verdad es que no preste mucha atención a lo que mi supuesta madre hablaba, pues la mujer aún seguía allí sonriendo con delicadeza, mientras mi madre parecía ignorarla por completo--¿Ness? ¿Te sientes bien? ¿Qué te ocurre hoy? Estás muy extraña… además estas heladas

Mi supuesta madre me sujeto de la mano y alejé la mirada por un instante de la mujer frente a mí, a lo que desapareció en cuestión de segundos y yo solo pensé que efectivamente esto era un sueño, pues no había otro modo para que las personas desaparecieran de la nada.

--No ocurre nada, no tienes que preocuparte, así que vamos…--la mujer asintió y caminamos hacia el auto, mientras yo le daba miradas de soslayo hacia el gran ventanal de vidrio que tenía un cartel dorado indicando el nombre de la tienda para brujas y solo negué con la cabeza para poder adéntrame en el auto de nuevo y permitir que el silencio abarcara mis pensamientos, aquello que iban desde el hecho de que podía ser un sueño o no lo era.

Pero entonces, ¿Cómo alguien puede decir si es una pesadilla a un sueño? La verdad es que, si esto no era razón para expresar que esto era una pesadilla y no un sueño, creo que no tenía la menor idea de cómo hacerlo, pues ahora que estábamos aquí, frente a esta enorme pantalla en las calles de New York y observaba mi foto en la pantalla, yo consideraba que no solo era un sueño era una pesadilla, una que no podía creer, una que me negaba a creer rotundamente.

--La señorita de nombre Alisa Green fue encontrada en su apartamento muerta, un intento de robo, al parecer, en lo que su prometido y mejor amiga exigen que encuentren al culpable, pues no podrán dormir con tranquilidad hasta que el culpable sea encontrado, el día de hoy se hará la ceremonia de despedida, en la que le damos un adiós a una trabajadora incansable de las empresas Scott… Mis manos temblaban al igual que mis piernas, parecía estar en medio de una cámara escondida, de un tipo de dimensión desconocida, no bastaba con el hecho de estar en este cuerpo, de conocer a estas personas y vivir cada una de las experiencias hasta ahora, también tenía que ver algo como muerte, como palabras de consuelo en medio de una pantalla, también tenía que ver el descaro de ellos, la actuación tan horrible, ellos me asesino, ellos me hicieron mucho daño.

Apreté mis manos en puño y observo la pantalla con mucha determinación, en lo que estoy segura de que ya han dejado de hablar de mi supuesta muerte, pero yo sigo solo pensando una y otra vez en todo lo que me ha pasado. Sopesando el hecho de a ver si es verdad o no, si las cosas de verdad son tan terribles y si la vida puede ser tan cruel como para que haya muerto de esa manera que yo haya entregado mi vida de esa manera para luego ser asesinada, no, me niego, me niego a creer que de verdad esto me llego a suceder, en lo que yo negué una y otra vez con mi cabeza mientras mis ojos se llenaban de lágrimas y mi cuerpo aún no dejaba de temblar.

--Es una tragedia lo que le paso a esa chica, tu padre y Eliot se encuentra en su funeral, la verdad es que no puedo imaginar que algo tan lamentable aún suele suceder, sobre todo el hecho de que la pobre chica estaba por casarse, al menos tenía a su novio quien la amaba, ella no tenía familia y nadie más, debe ser lamentable morir de esa manera…--la mujer que se supone que es mi madre hablo, en lo que y solo di medio vuelta y corrí lejos de ella no me importo para nada escuchar como llamaba por mi supuesto por su nombre una y otra vez, no importo en lo más mínimo, después de todo no soy yo, yo estoy muerta, asesinada, asesinada por mi novio, esto no puede ser, no puede.

--NessNessa, Ness…-- no me importaba, no lo hacía, solo corrí con todas mis fuerzas lejos de ella, lejos de todo esto, me sentía a punto de enloquecer, me sentía acorralada, me sienta como si estuviese viviendo algún tipo de experimento, en lo que corría por toda la calle ignorando a las personas molestas porque yo chocaba con ellas.

Ignore las miradas extrañadas, solo ignore todo, corrí, corrí hasta que sentía que mi corazón saldría de mi pecho y mi cuerpo no podía más, en lo que no supe a donde iba con exactitud, solo corrí hasta el cansancio, pero entonces me detuve debido a mi cuerpo cansado y quede frente a un gran parque para niños, yo conocía este lugar, mi padre solía traerme aquí cuando era niña, él solía decir que este lugar era un pequeño paraíso en una selva de cemento, mis lágrimas no dejaban de salir y solo camine hacia el pequeño columpio en el que solía columpiarme cuando era una niña y llore hasta que no pude más, llore hasta que llegue a cansarme y la verdad era que no me importaba si me observaban, no importaba que dirían, yo estaba encerrada en algo que no entendía, estaba dolida, solo quería llorar, solo quería mostrar mi dolor y no me importaba en lo más mínimo lo que ellos pensaran.

Por eso cuando mis lágrimas cesaron, mis pies automáticamente se levantaron y camine hacia el último sitio al que deseaba ir, pero era único lugar que necesitaba para confirmar que de verdad esto estaba pasando, por lo que sin importarme muy poco los daños que estuviesen haciendo los zapatos en mis pies, quienes al parecer no estaban para nada acostumbrados a mi manera de tratar este cuerpo, yo solo camine ignorando el dolor y el hecho de que tenía yagas y solo fui hacia aquel cementerio que ahora estaba completamente vacío, sabía que este lugar no era un buen lugar para visitar a esta hora.

La tarde ya estaba mostrándose y la oscuridad avisaba su inestable visita, pero no me importo, solo me quede allí observando mi nombre grabado en la placa, solo mi nombre y mi fecha de nacimiento, junto a mi fecha de defunción, en lo que de nuevo mis lágrimas no paraban de salir, que patética fui, que estúpida, si tan solo hubiese sido más linda, si tan solo hubiese sido más inteligente, más vivaz, ellos no me hubiesen hecho esto, ellos no me hubieran arruinado, yo no lo merecía, no lo merecía, ellos me lastimaron ¿Dónde está la justicia? Ellos me hicieron daño ¿Por qué nadie los castiga? Caí de rodillas ante la lápida y apreté la tierra con mis manos, mientras rabiaba de dolor, de rabia y de decepción, los odiaba, me odiaba, estaba devastada, ellos me mataron, ellos me hicieron mucho daño y yo no lo merecía no lo merecía.

--¿Por qué? ¿Por qué me hicieron esto? ¡¿por qué?! Papá… mamá… ya no quiero más esto, por favor, y no quiero más esto, solo quiero ir con ustedes, solo déjeme volver a verlos, quiero estar con ustedes, no puedo soportar este dolor, no puedo…--mis gemidos de dolor se escuchaban en el silencioso cementerio, en lo que podría jurar que dure una eternidad en el lugar y solo di un suspiro cuando no tuve más lágrimas y me levante y observé fijamente mi tumba, aquella que ahora me recordaría lo patética que era y lo lamentable que era que incluso no podía ir con mis padres de una buena vez—pero me vengaré, me voy a vengar de ellos, te lo prometo, me lo prometo, ellos van a sufrir, lo prometo, lo prometo, me vengaré, me vengaré…

Por eso solo di una última mirada al nombre en la lápida y me pregunté ¿a dónde iría ahora? ¿A la casa de la señorita Scott o mi casa? Aquella que ese mal nacido utilizo para asesinarme, aquella que por derecho era mía, pero ya no era ¿o sí? Aquí está la propietaria, enterrada en este lugar, muerta por el hombre que amo y olvidada, seguramente por todos y por los pocos que la recordaran no será más que una triste historia, eso sí que es lamentable, por eso no tenía idea a donde iría ahora, no tenía idea de que hacer, solo camine sin rumbo por las calles de New York, mientras me preguntaba qué sería de mi vida, ¿ahora qué? ¿Debería vivir como ella? ¿Debería hacer una nueva vida? ¿Cómo me vengaría? ¿Cómo cumpliría esa venganza? La verdad es que no sabía nada de esta mujer, solo recuerdo sus miradas frías e indiferentes y sus miradas furibundas siempre fuera de la empresa, nada más, no sé nada ella, esto es terrible, tal vez incluso como ella me quedaría imposible vivir.

--Te encontré ¿Qué carajos estás haciendo? ¿Sabes cómo todos están buscándote? ¿Acaso es una nueva estrategia para arruinar mi tranquilidad? —me quede completamente sorprendida ante aquel hombre que sujetaba mi brazo con fuerza y me observaba de manera fría y enojada, algo que me recorrió por los huesos y me causo demasiado pánico, no sabía si era por su mirada verdosa llena de disgusto o por hecho de ser tan hermoso, alto y con un rostro digno de admirar, pero sobre todo tenía la sensación que lo había visto en algún lugar, pero no sabía dónde era.

--Disculpe yo… yo no… no lo conozco…--hablaba muy en serio, en lo que este me observo como si fuese no más que una tontería y sonrió con una sonrisa que no parecía para nada divertida, más bien se veía aterradora y escalofriante, el aura asesina de este hombre de verdad que daba pavor.

--¿Cómo no me vas a conocer Scott? ¿Esta es una nueva estrategia? Porque de verdad está saliendo del carajo, ¿ahora no conoces a tu prometido?

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