POV AMELIA.
Me desperté con la sensación de que estaba cayendo. Me asusté, luego me di cuenta de que estaba en los brazos de Magnos y agarrada a su cuello con miedo de caer. Escuché la voz masculina y ronca en mi oído, diciendo que estaba segura en sus brazos y que no me dejaría caer.
Esa voz me hizo estremecer por completo y sentir palpitar mi región íntima. Todavía estaba un poco adormilada y perdida, sin saber cómo llegué allí, ni siquiera me di cuenta cuando me quedé dormida en el auto. Le pregunté a Magnos por qué estaba en sus brazos.
— ¿Por qué será? — Preguntó Ravina, irónica.
— Si lo supiera, no habría preguntado. — Le dije a Ravina. Qué voz atrevida tengo en mi cabeza, pensé.
— Ya no puedes llamarme voz. ¿Olvidaste lo que dijo la bruja, que soy algo poderoso, un ser que vive dentro de ti? — Dijo Ravina, descontenta porque la llamé voz.
— Por ahora, eres solo una voz en mi cabeza. Aún no sabemos qué eres. — Comenté. Ravina se quedó refunfuñando y no quiso hablar más.
Vo