Capítulo 14.

Los hombres no lloran.

Mientras lavaba el local antes de instalar la cama no pudo evitar recordar lo que acababa de ocurrir: el choque de realidad, de verdad su padre estaba yendo en serio con esto, ese hombre era su sustituto, era más joven, más enérgico, más apegado a su padre: Mateo ya no lo necesitaba y de verdad lo había desheredado por ese patiquín de segunda.

Daliana notó el humor tenso de Brian y le dijo:

- Si sigues afincando tanto la escoba al suelo la vas a romper y no vamos a salir a comprar otra.

- Disculpa, es sólo... un error…

- Eso es lo que creo que es en tu cara,,, ¡estás llorando Brian!

- Claro que no, los hombres no lloran, ¿ por qué lloraría?, ¿acaso tengo motivos para hacerlo?

- Vamos hombre, no está mal llorar, hasta el Presidente ha llorado en vivo, ¿ Por qué no lo harías tú que eres un simple mortal?

- Es eso lo que soy,,, un simple mortal... un don nadie que puede ser reemplazado en cualquier momento…

- Ewwww, no he dicho que seas reemplaz