El tráfico de la ciudad estaba terrible, pertenecer a una familia tan despiadada cómo la familia Altamirano era un la cruz para Alina, su carácter y bondad había sido heredados por sus padres, desafortunadamente los dos habían muerto en un trágico accidente de tránsito cuando ella era apenas una niña
Jefe, la señorita Altamirano de dirige a la compañía Fernández, estamos esperando sus órdenes
Dorían entrecerró su verde y enfadada mirada. - asegúrate de que no llegue. - su órden fue tajante
De pronto las vialidades que llevaban a la ciudad empresarial, dónde se encontraban diferentes compañías de alto nivel, fueron cerradas, no hubo manera para Alina, poder llegar a hablar con Rodrigo, después de estar demasiado tiempo en el tráfico, le pidió al chófer que la llevara al edificio esmeralda
¿Estás seguro que aquí es dónde Alina vive, Aníbal?. - el Ceo le preguntaba a su asistente, el edificio esmeralda tenía buena pinta, pero para un hombre tan rico como lo era él, parecía un huevo de pi