A Alina la siguieron atendiendo, apenas le acababan de sacar a los tres bebés, hicieron lo que debían y un cirujano platico le cerró la cesárea, el doctor debía asegurarse que no le quedará cicatriz, solo los mejores médicos estaban presentes en ese nacimiento múltiple y la atención debía de ser de primer nivel, insuperable

Cuando el poderoso emperador de los negocios despertó, Alina se encontraba profundamente dormida, le habían puesto un fuerte medicamento para el dolor y antibióticos, Dorian, se tocaba la cabeza donde se había golpeado, entonces se escuchó su imponente voz

— ¿En dónde están los bebés? ¡quiero verlos!

En otra habitación, los tres bebés se encontraban siendo atendidos por las enfermeras, los habían vestido con las finas ropas que su padre, había pedido diseñar para si marca a los mejores talentos de su empresa, el CEO, era dueño de una de las marcas de más alta gama que había en el mundo

Dorian caminó sobre sus pasos en dirección a los tres moisés

— ¡Salgan! — orden