EMMA.
Cada uno de los invitados se dio la vuelta, mientras sentía el sudor frío en mi nuca. Y en cuanto vi a William levantarse rápidamente a mi preocupado, supe que debía frenarlo antes de que se me acercara mucho.
—Emma… —mi intentó fue en vano cuando quité la mirada y la llevé a William para negar.
—Estoy bien… —pero era mentira.
Literalmente me temblaba el alma y traté de esquivar a William cuando sentí su mano en mi espalda.
—No pareces estar bien… ven, siéntate conmigo…
La gente trató de aplaudir de nuevo para disimular el momento, y yo busqué con la mirada de nuevo, pero allí ya no estaba nadie.
¿Sería una alucinación? ¿Mi estado emocional y hormonal me estaba jugando una mala pasada?
Estaba sentándome en la silla, en una mesa apartada, y William estaba tomando una silla para él, cuando todo sucedió.
Y sí, era Noah… Noah Musk en carne propia, allí poniendo la mano en la silla que William apartó, y sentándose en ella delante de mí, haciendo que William se apartara.
—¿Disculpe?
—