— perdón ¿interrumpimos algo?— pregunta Paul con un tono de burla, provocando que mi rostro se ruborice aún más
— para nada ¿qué ocurre? - dice Orlando mientras se levanta del sofá
— queríamos preguntarte si querías almorzar con nosotros, pero creo que no aceptarás.
— ¿por qué crees eso?— pregunta a su hermano menor con ojos asesinos ante sus indiscretas palabras
— por nada.
— Sí, iré con ustedes a almorzar, solo dame un momento.
— está bien - ambos salen sin decir una palabra más.
— disculpa a Paul, a veces suele ser algo insoportable
— no pasa nada
—¿quieres venir con nosotros?
— lo siento, ya había quedado con Scarlett para ir a almorzar juntas
— está bien, entonces nos vemos más tarde
— ¡claro!— Orlando se acerca a mí y besa mi mejilla
* * * * * *. *
Mientras tanto en la casa de la familia Trovato, Octavio no paraba de escupir maldiciones sin control, ¿y quién era la causante de su cólera? Ni más ni menos que la más pequeña de sus hijas.
—¡no pensé que fueras tan