Al contestar el teléfono, Melquiades pudo sentir la tensión en la voz de Conrado.
—Jefe, tengo noticias —dijo Melquiades.
“¿Qué has descubierto?”, preguntó Conrado, sin poder ocultar su ansiedad.
—Los sospechosos los interrogué separados, de diferentes formas, y confesaron que fueron contratados