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May abrió los ojos. La luz entraba por la ventana, iluminando el enorme cuarto. Se incorporó de medio cuerpo y contempló a su alrededor. Seguía en el hotel, pero William Horvatt ya no estaba. En su lado de la cama, había una bandeja con desayuno y una nota.
"Primera y última vez que la dejo dormir hasta tan tarde, señorita Lehner"
May contempló el reloj. Eran pasado las doce del día. Mierda, no había dio a clases ni tampoco había ido a buscar a Lesta al terminal.
Al coger su teléfono, se encontró con cinco llamadas perdidas de su amigo y un mensaje. Lo leyó mientras salía de la cama y trataba de vesti