Lucía
Los días han pasado mucho más tranquilos, después del disgusto. David ha cambiado por completo sus formas, ahora pregunta sobre mi paradero y si bien se molesta bastante porque salimos, ha suavizado su carácter al punto de que ahora Pía y yo vamos en búsqueda de nuestros materiales para la clase de pintura a la cual nos hemos inscrito en línea.
Le he planteado a David que la cosa debe ser más equilibrada ahora, y que me encantaría encontrar una ocupación diaria o me volveré loca.
Es por eso que ahora Pía y yo vamos de camino al centro comercial ahora es Leo y un par de secuaces los encargados de acompañarnos y proteger cada paso que damos, la realidad es que David se ha tomado esto con mucha más calma y eso en realid