Lucía
Escucho a David hablar por el móvil pero no quiero verlo. No después de lo sucedido. Al llegar al final miro una camioneta color negro, parece que para él no existe otro color y es que él es así, oscuro.
David camina en su dirección y hace una seña con su dedo. Mis pasos son lentos debido al dolor en mi trasero. Miro como abre la puerta y espera a que llegue sin dejar de hablar por el móvil. Escucho un par de pasos tras de mí, debe ser el hombre de seguridad.
El auto está muy alto y tengo que tomarme de un apoyador para adentrarme y al sentarme no puedo ahogar el grito y me quejo.
—Lo siento —digo justo cuando David me mira furioso y sale del auto. Mierda… lo han escuchado por el