Todo un príncipe.
Las hermanas cortaron la llamada, Adriano aunque se había hecho el disimulado había escuchado un poco de la conversación.
— Ahhh... — El suspiro de la jóven no le auguro nada bueno.
— ¿Qué sucede querida? No te fue bien con la llamada, ¿Eh? Ven aquí y cuéntame.
Fiorela fue a sentarse junto al abogado.
— No te dije pero azucena es una chica algo extrovertida, al parecer vió a tu primo Alessandro y llamó su atención. Bueno... Nadie podría culparla, tu primo es muy atractivo...
— Alto, alto, alto, no hables tan bien de otro hombre en mi presencia, si sigues voy a ponerme celoso de Aless. — El abogado ponía la palma de su mano para detener a Fiorela.
— Adriano, ¿Qué no te has visto en un espejo? Tú eres un hombre muy atractivo, eres elegante, apuesto, maravilloso, ¿Por qué te pondrías celoso de tu primo? Eso es... absurdo. — Fiorela enarcaba una ceja. Su prometido estaba pensando de más.
— Son celos posesivos de hombre. Esos ya vienen incluidos de fabrica, nena. Yo te qu