El mas atractivo y maravilloso hombre.
Adriano había ganado la batalla, Pietro salió de su villa cargado por sus hombres e inconsciente. El se había quedado con la chica. La haría su esposa como prometió.
— Carajo primo, le diste una paliza al ruso. Creyó que te tenía en sus manos el muy imbécil.
— Isack, Joshua, ayúdenme a subir al Adriano a mi coche, lo llevaremos al hospital ya mismo. ¡Apresurense o le va a comenzar a doler el cuerpo como el infierno! — Ordenaba el mafioso.
Los primos subían al abogado en el asiento del copiloto, lo curioso fue que Fiorela mientras tanto subía a la parte de atrás del mismo coche. Con eso decía que no se iba a quedar en la casa y que no se iba a separar de él.
Apenas cerraron la puerta se escuchó.
— Estamos listos, vámonos. — La bella mujercita no tenía idea a quien estaba refiriéndose, Alessandro Ferreti era el poderoso y despiadado jefe la la mafia griega, uno que siempre hacía lo que se le cantaba a menos que se tratara de su esposa Úrsula, ella era la única a la que escu