En el hospital.
Pasa el tiempo y los médicos no salen de las salas de cirugía, todo en la sala de espera es desesperación, nadie sabe nada.
-¿Familiares de Raquel Collins?
-Si señorita, somos sus padres.
-La cirugía acaba de terminar, la chica va para cuidados intensivos, está en coma, vamos a esperar las próximas cuarenta y ocho horas que son cruciales, seguimos con un pronóstico bastante reservado, la bala se alojó en su lado derecho del cerebro, cerca del hipocampo, la condición es grave, no les voy a mentir, pídanle al Dios en el que sea que crean que la saque de esto.
Dijo la doctora retirándose.
-Señorita, disculpe, dijo Daniel.
¿Sabe algo del señor Simón Beets, él entró a cirugía, con la señorita Collins?
-Él sigue en cirugía, señor.
Daniel se iba a morir, sentía que no podía más.
-Hijo, no es tu culpa Danielito, vamos a pedir por Raque y por tu escolta, él hizo todo para que mi hija esté con vida aun, dijo Jossy.
-Señor, le juro que la he cuidado, la he protegido con mi alma, solo la dejé un