89| Mi muchacho.
La mujer había desenfundado un arma y el policía se había puesto terriblemente tenso.
— No confío en ella — le dijo a Adrián.
Él se encogió de hombros.
— Lo sé, yo tampoco, pero no tenemos más alternativa. Tal vez sea una trampa, pero aunque lo sea, nos lleva con Hannah y Ana María. Trabaje para Alfonso o para Luciano, ellas estarán a donde nos lleve esta mujer. Si es una trampa, pues ya veremos qué sucede cuando estemos allá.
Luego volteó a mirar hacia Ismael.
— ¿Lograste respaldar todas las fotos?
Él asintió.
— Sí, están guardadas en la nube. Ana María hizo algo de encriptación. Yo no sé qué, pero será imposible que alguien pueda acceder a ellas. Están protegidas.
Adrián asintió. Al menos las evidencias estarían seguras. Si algo llegaba a pasarles, solo tenían que publicarlas y Vital estaría muerto. Aquello le generó una nueva incertidumbre: ¿qué pasaría después?
Después de que se acabara toda esa venganza, después de que lograran librarse de Luciano y Ernesto, de que expusiera