30| Reencuentro.
Adrián sintió una extraña sensación en el cuerpo, como una debilidad que lo inmovilizó. La voz de Alfonso al otro lado era exactamente igual a la suya, solo que en un tono burlón. Era momento de enfrentar a Alfonso, era momento de decirle que no era más que un peón en el juego de Adrián.
— Mira, al fin apareces — le comentó Adrián. Alfonso suspiró profundamente.
— Sí, tuve unas cuantas semanas y unas vacaciones con cero comunicación. ¿Y qué sorpresas me llevé cuando llegué de nuevo a la civilización? Parece que has estado muy ocupado estas semanas.
— Sí. Fingir ser tú es bastante divertido.
— Entiendo. ¿Cómo va todo? — preguntó como si fuera la cosa más normal del mundo. Adrián suspiró profundamente.
— Bastante bien, la verdad.
— Está bien. Tenemos que encontrarnos para que me pongas al día de todo. Creo que regresaré en unas cuantas semanas nuevamente — Adrián se rio.
— Eso, la verdad, no va a ser posible — La voz con la que contestó Alfonso al otro lado perdió por compl