En la vida de un mafioso no todo es disfrutar y relajarse, siempre hay enemigos acechando en las sombras, y este era el caso de los Sorento, los enemigos de Deeguel, que querían obtener su poder, sus negocios, territorios y dinero, lo habían intentado matar en aquel atentado donde perdió la vista, pero habían fallado
Esta vez harían las cosas diferentes, sabían que se había vuelto mucho más fuerte de lo que ya era cuando se asoció con la familia Ferreti, los líderes de la mafia griega, así que decidieron ir a por ellos primero para neutralizarlos, solo que lo que no sabían era que los griegos no tenían puntos débiles, todos, todos ellos eran letales
En la mansión Rodríguez, ese mediodía, un hombre se mirada tan gélida como el hielo, de complexión atlética, con brazos marcados pero de cuerpo estilizado, llegaba furioso, quería asesinar a todos a su paso, Deeguel Rodríguez, fué avisado por sus hombres que un extraño queria entrar y ver a los Ferreti
El mafioso mexicano salió a