El mafioso mexicano reconoció la voz de su rival de inmediato, le extrañó muchísimo que le estuviese llamando por teléfono, esa era la última llamada que esperaba en su vida
— ¿Qué quieres, Madrigal? apenas puedo creer que tengas la poca vergüenza de llamarme — El hombre se encontraba en el despacho con los demás mafiosos, todos guardaron silencio al escuchar el nombre de la persona que llamó
— Llamo para decirte que no tengo nada que ver con el secuestro de Evelyn Ferreti, no voy a ponerme en peligro ni a mi familia
— ¿En serio? Tú de verdad me crees imbécil, ¿Eh? sabemos perfectamente que fuiste tú quien le puso a Evelyn, a Maurice, no te la quieras dar de inocente ahora
— No sabíamos quien era, hemos pedido a los italianos que la dejen ir, no queremos tener nada que ver más en eso, como muestra de buena voluntad les puedo dar su ubicación
— ¿Cómo sabes que no tenemos ya la ubicación? tú colaboración no nos sirve
— Si ya la tienen, puedo darles detalles de los hombre