C173- BIENVENIDA A CASA.

El momento había llegado.

Anya estaba en una clínica privada, una de las pocas adaptadas especialmente para licántropos, con paredes reforzadas y salas diseñadas para resistir cualquier cambio de energía o transformación accidental durante el parto.

Afuera, la luna brillaba con fuerza, como si acompañara el nacimiento de la nueva heredera de los Blackwood y Rowan, el padre, estaba en el pasillo, frente a la puerta de la sala de partos, caminando de un lado a otro sin parar.

Sus pasos resonaban con un ritmo irregular, marcando su impaciencia. Llevaba la camisa remangada, el cabello despeinado y las venas del cuello tensas. Parecía un guerrero antes de una batalla, pero esta vez no podía pelear, no podía proteger... solo esperar.

Cassian, como si fuera un déjà vu, lo observaba apoyado en la pared, con los brazos cruzados y una sonrisa contenida.

—Deberías sentarte, hijo. Vas a desgastar el piso.

—No puedo —gruñó, sin detenerse—. No mientras ella grita así.

Dentro