Lebran, ronroneaba siendo abrazado por su luna, hacia tiempo que no tenía la oportunidad de estar así de cómodo sintiendo la calidez de su destinada
— Lebran, eres tan hermoso, tan imponente, te había extrañado tanto, hace mucho frío, vamos a la habitación, quiero dormir entre tú pelaje
— Lo que faltaba, vas a llenar de pulgas las alfombras del castillo, lobo, aprovecha que saliste y toma un baño porque apestas a perro
Lebran gruñó en dirección al vampiro, esa era una advertencia para que no lo provocara más, el pelaje sedoso y azabache del Alfa, brillaba reluciente y hermoso
— Luciano, ¿Verdad que Lebran, es muy hermoso? — Evy, preguntaba mientras seguía abrazada al Alfa
— Es solo un perro grande, ¿qué tiene de extraordinario eso? querida, eres adorable, te impresionan cosas tan insignificantes de la vida, pero primero mostrarte las verdaderas maravillas de este mundo y aunque definitivamente mi reino es tu reino, no lo vayas a subir a mi cama, la va a llenar de pelos y