El grito desgarrador de Evelyn, se escuchó por cada recoveco del enorme castillo Drácula, ella dejó hasta la última gota de su fuerza, y soportó con valentía el insoportable dolor del parto
  — Luciano, ¿ya nació, el bebé? — El beta, Leonardo, quién se había mudado con su Alfa al helado castillo, entró a preguntar
  — ¡Ya nació, pero sal de aquí, Leonardo, mi luna quiere privacidad!
  El llanto del cachorro anunció su llegada al mundo, el vampiro lo recibió y el mismo lo revisó para estar seguros de que todo estuviera bien con él
  — El ya está aquí, mi reina, has sido muy valiente, lo has hecho muy bien, lo limpiaré y y atenderé, antes de dártelo — El rey vampiro habló tranquilamente
  — Mi Luna, nuestro cachorro ya ha nacido, soy el Alfa más afortunado, te amo tanto — Damiano, puso su gente en la frente de su amada, ella todavía jadeaba un poco y sudaba
  Al cabo de unos minutos, el vampiro le llevó el cachorrito a los padres
  — Aquí está él, es un varoncito, querida, siento deci