Dijo Cecilia: —no quiero tener una apuesta contigo.
Nadie quería perder el tiempo con él en cosas tan aburridas.
Dijo Bosco: —Entonces acompáñame a comer algo ahora.
Cecilia iba a sacar su teléfono móvil, queriendo llamar primero a Criz para informar de su seguridad, pero justo ahora cuando Criz la detuvo y sujetó su bolso, y ella le tiró el bolsa, que contenía su móvil dentro.
En este momento, Criz estaba buscando a Cecilia por toda la calle, Javier le seguía detrás: —señor Núñez, el señor Borja me acaba de enviar un mensaje, dice que la joven señora ha tenido un pequeño susto, la ha mandado primero al hotel.
Criz se detuvo y miró de nuevo a Javier: —¿Hizo Bosco que alguien la atrajera?
Javier juró al cielo: —¡claro que no! El señor Borja también lo vio por casualidad y lo persiguió. Si el señor Borja realmente sabe que existe esa persona que puede hacer que la joven señora tenga una reacción tan grande con solo mostrar su cara, lo habría encontrado y se lo habría enviado a ella.
—Se