“Cállate”. Catherine jaló directamente a Rebecca hacia ella. Por el pánico, los dos guardaespaldas dejaron de pelear.

Oh no. Iban a ver cómo golpeaban a la Primera Joven Señorita.

“Date prisa y suelta a la Primera Joven Señorita, o te haré pasar un infierno”, gritó uno de los guardaespaldas.

Al ver la situación, Shaun fue el primero en decir: “No hay necesidad de seguir luchando. Vamos a soltar nuestras manos al mismo tiempo”.

Después de que Catherine intercambió miradas con Shaun, empujó a Rebecca hacia ese guardaespaldas.

En ese momento, la imagen de Rebecca como una joven eminente se había ido. Señaló a Catherine y dijo con exasperación: “Mátala, no, arráncale todo el pelo y abofeteala diez veces”.

“Primera Joven Señorita…”. Los dos guardaespaldas, que estaban en un dilema, señalaron hacia atrás. “Mire…”.

“¿Qué tengo que mirar?”. Rebecca se dio la vuelta, y vió a una multitud de guardaespaldas en la puerta. Ella frunció el ceño.

Se cubrió el rostro dolorido y dijo con insati