—Ya quiero irme a casa— Hago puchero.
—Aún no se puede señorita— Me dice el señor Víctor.
—¿Estás bien? —Pregunto algo angustiada— ¿Mis padres te consiguieron un nuevo puesto de trabajo?
—Si Srta no debe preocuparse por eso estoy bien— Sonríe.
—¿Y mis padres?— Pregunto al ver que no han estado en el trascurso de la mañana acá.
—Estaba trabajado señorita, no debe preocuparse.
—Pensé que vendrían hoy— Suspiro.
—Su hermano y abuela aún no se han enterado de lo que pasó, sus padres creen que es lo mejor.
—Esta vez estoy de acuerdo con ellos— Sonrío, pero en ese momento la puerta se abre.
Solo puedo ver un gran arreglo de rosa
Gracias por el apoyo en esta historia estoy dando lo mejor de mi para darle una linda historia