Capítulo 05

Layla despertó sola en su nueva casa esa mañana,se habían mudado de la casa de los abuelos de Henry el día anterior,su esposo tenía una reunión muy importante en la empresa y se había marchado temprano,la mujer bastante curiosa,quería saber más sobre el pasado de su esposo y aquella mujer,entonces después del desayuno paseó descalza por la habitación principal,desde que había llegado no prestó demasiada atención a su alrededor,la habitación era grande,espaciosa,tenía un enorme armario que si te metes dentro de seguro pasas a Narnia,pero nada más que aquella fotografía llamaba su atención en ese cuarto,esta fotografía era diferente a la que tenía su esposo en la casa de sus abuelos,pero en ella posaba la misma hermosa mujer.

Pasó a otra habitación,esta era casi tan grande como la que compartía con Henry pero la ventana daba al jardín,justo a la bonita fuente con forma de Ángel que llamaba mucho la atención puesto que parecía que el angelito orinaba,continuando con su paseo se dirigió hasta otra de las tantas habitaciones y dió con una enorme biblioteca,sonrió alegre tomando un libro.

Layla amaba los libros,leer era una de sus tantas pasiones.

Tomó un libro en particular,tapa dura y de color marrón,parecía de auténtico cuero,no tenía título alguno y mucho menos un nombre.

Abrió el libro y pudo observar que no era un simple libro,era un álbum con fotografías de la familia Harper. Pudo ver al pequeño Henry vestido de mujer,un bonito vestido color granate y su pelo atado en dos coletas,Layla pensó que de pequeño su esposo se veía adorable,se preguntaba que lo había hecho cambiar tanto.

—Tomaré esto prestado—susurró a la nada sacando la fotografía de su lugar para guardarla en el bolsillo de su falda.

Molestaría a su amor de la infancia con esa imagen luego.

Siguió recorriendo un poco más,hasta que entró a una habitación más alejada,tenía un enorme piano y varias otras cosas como un escritorio junto a un montón de papeles.

Pero Layla no prestaba atención a esas cosas del cuarto,su atención fue robada por una maqueta que se encontraba dentro de una caja de cristal,la rubia recordaba haber creado algo así alguna vez junto a Henry,pero no estaba segura,no la recordaba con exactitud.

Tomó en sus manos la pequeña casa,observando con detalle cada pequeña madera y detalles que alojaba aquella figura dentro del cristal,se veía hecha con mucho cariño y paciencia.Observo con mas detenimiento lo que parecian ser un par de iniciales.

No podía ser la misma maqueta,Layla recordaba que su casita tenia pequeñas flores lilas,Henry las había dibujado con facilidad.

Recordaba tenerla sobre su mesa de noche,con la mudanza se perdió,no era que Layla fuera irresponsable con las cosas,era solo que se distraía con facilidad cuando era pequeña y más aún cuando la arrastraron de su casa de campo el día que sus padres fallecieron.

La castaña trató de volver a ver las iniciales pero no llegó a verlas con claridad,su esposo entró a la habitación haciendo que Layla se asustara y soltara el vidrio en sus manos,el estruendo que eso causó se escuchó por toda la habitación.

Henry abrió grande los ojos cuando notó lo que la chica había roto,se acercó a ella y tomó la pequeña casa en sus manos.

—No te pongas muy cómoda en esta casa,recuerda que esto es temporal,así de rápido como viniste te vas a ir—su tono de voz era lo más frío que Layla había escuchado—No pienses que este es tu hogar y puedes hacer lo que quieras—la rubia observó la maqueta algo magullada en las fuertes manos.

—Tú me asustaste—dijo a la defensiva.

—¿Ahora me culpas a mí?—sus ojos fríos la miraron.

—Yo estaba mirando tranquila y tu entras de la nada,es obvio que me voy a asustar—la mujer hace una mueca y su esposo rueda los ojos.

Layla pudo notar lo nervioso que Henry se encontraba,su mirada se lo decía.

No pudo evitar pensar que esa casita era importante para su esposo y que de seguro tenía algo que ver con la perfecta mujer de la fotografía,la esposa había notado ciertas cosas para mujer en los alrededores de la casa,pensó que su esposo las compraba por su propia voluntad,tal vez para su madre que siempre rondaba cerca. Pero la realidad era que todo a su alrededor era para esa mujer,en cada esquina de la casa había algo que hacia a su esposo recordar a esa dama, Layla pensó que el personaje principal en la vida de Henry era esa bonita chica de cara inocente.

Layla se dió cuenta de que ella era solamente una invitada temporal en aquella mansión,que la verdadera anfitriona era esa mujer que para Layla era una desconocida pero para Henry era lo más importante en su vida.

—Lo siento—Layla observó los pedazos de vidrio justo detrás de ella—Lo pagaré—le sonrió al hombre.

En cierto modo se sentía culpable,si ella no hubiera entrado a la habitación y tomado la maqueta sin permiso ahora no estarían pasando por esa situación, aunque la reacción de Henry le parecía un tanto exagerada.

Henry estaba furioso,Layla estaba destruyendo todo lo que tocaba.

Desde que llegó a su vida no hacia más que estresarlo y ser una molestia,no entendía como su familia lo obligó a casarse con alguien como ella.

Recordó que gracias a que era una simple universitaria común y sin demasiado que ofrecer fue la elegida,maldijo por lo bajo.

—¿Como vas a pagarlo?—preguntó burlón—a tu familia literalmente la estoy manteniendo yo—reía negando.

Layla cerró sus ojos,la estaba humillando y no podía hacer nada,iba a contestar pero no tenía argumentos válidos para negar que el mayor alimenta a su familia y los llena de lujos a los que tanto están acostumbrados.

—Desde que llegaste no dejas de causar problemas—se acercó a ella intimidando a la pobre mujer—Tengo que estar todo el tiempo cuidando de que no rompas nada—la tomó de la muñeca con fuerza.

—Sueltame,duele—Layla miraba a los ojos azules que por suerte no podían tirarle cuchillos afilados.

—Solo llevas un par de días aquí y no dejas de ser una molestia—la chica dejó ir un quejido,su esposo apretó con más fuerza su muñeca.

—¿Crees que al ser rico puedes lastimar a los demás?—trató de que la soltara pero el hombre la tomó de uno de sus brazos.

Layla se sentía pequeña pero no lo iba a demostrar,no le demostraría a ese ser que estaba asustada.Su corazón golpeaba su pecho con fuerza,no sabía hasta donde su esposo llegaría,no había nadie más que ellos y el ama de llaves en esa casa,para su desgracia su garganta se había cerrado y lo único que la mujer podía hacer era mirarlo a los ojos con el ceño fruncido,estaba asustada pero al mismo tiempo la rabia hervía en su sangre,el mayor se estaba comportando como un idiota sin cerebro por un cristal roto.

—¿No crees que estas exagerando?—trató de que la soltara pero le fue imposible.

—No te quiero volver a ver aquí,no quiero que andes caminando por cada rincón de MI casa como se te plazca—sus susurros la hicieron tragar. —En cuanto tengas al niño te largas—y la empujó sin cuidado alguno.

Layla cayó sobre los vidrios rotos,sintió como el cristal penetraba en la suave piel de su antebrazo,su esposo solo salió de la habitación dando un fuerte portazo,la dejó sola con los vidrios lastimando su cuerpo y la castaña entendió que para él la dama de la fotografía era la "casita de palitos" que tanto atesoraba,que llevó consigo en sus manos envuelta en cariño y ella era la "caja de cristal" que no se volvería a mirar ni una vez aunque estuviera rota.

La sangre no dejaba de salir al igual que sus lágrimas,su esposo la había lastimado cuando prometio frente a un montón de personas y Dios protegerla,pero Layla recordó que su matrimonio era de ficción,que él no la amaba,que su corazón estaba ocupando por aquella chica que él idiota de Jackson dijo que era perfecta para Henry.

Odiaba su situación,pero ya nada podía hacer,habían firmado un papel que le prohibía a ella alejarse de todos sin dar un heredero antes,tomó impulso con una de sus manos y maldijo por lo bajo cuando su brazo herido punzó.

¿Que había hecho mal en su vida pasada para que estas cosas le pasaran?

¿Acaso el universo estaba en su contra desde el día que nació?

Siempre perdiendo a alguien o pasando situaciones que la hacían desear desaparecer,desde que sus padres murieron se sintió sola y ahora que está casada se siente el doble o triple de sola. En esa casa solo la utilizaban y su esposo no hacia más que lastimarla,ya no solo verbalmente sino que pasó a físico.

—Me meto en problemas yo sola—susurra.

Una vez más pensó en sus padres,ellos jamás hubieran permitido que su preciosa Layla pasara por cosas como esta,la rubia sentía su corazón doler,desde que se había quedado sola en el mundo su vida se había oscurecido,las cosas a su alrededor se volvieron difíciles de hacer y hasta de enfrentar.

Secó sus lágrimas con rabia.

—Aguanta,puedes hacerlo—respiró profundo y se apoyó en la fría pared.

No podía continuar lamentándose.

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