—Esto no me puede estar pasando...
Y justo cuando creía que todo estaba perdido, una luz se encendió cuando escuchó la voz de Alessandro y de su mejor amigo Kit.
—¡Catherine!
—¡Aquí abajo! —un alivio inundó su ser y sonrió al saber que su esposo estaba cerca.
Catherine esperó unos cuantos minutos que le parecieron una eternidad, de pronto, y para su sorpresa, Andrew despertó y comenzó a decir incoherencias que no entendía, apretó los labios con fuerza y en un descuido pudo notar como Andrew abría un ojo y una sutil pero muy notoria sonrisa se asomó en sus perfectos labios delgados. Lo supo enseguida, Catherine