Justo cuando estaba sacando su teléfono noto que este empezaba a sonar el teléfono móvil, notando que era su amigo quien le marcaba así que sonrió.
- Me leíste el pensamiento, justo te iba a marcar.
- ¿Eh? ¿en serio? ¿paso algo en su salida?
- Nada malo, solo que alguien me recordó que debo consentir mucho a MI amada – hablo alzando un poco la voz, pero noto que los hermanos le estaban ignorando, provocando que tuviera un tic en el ojo.
- ¿Necesita algo para ella?
- Si quería que le pidas a los cocineros que me hagan el mejor surtido de postres que se les ocurra para ella.
- Hmm… entiendo yo se los pido.
- Muchas gracias.
- Si, de nada.
- Oye recuerda eso – se escuchó otra voz en la llamada.
- ¿Estas con Yumiko?
- Ya sabe cómo es de persistente y molesto, pero tiene razón yo te llamaba para otro asunto
- ¿Pasa algo?
- Si vera es que… ash Yumi quédate quieto… - escucho que se quejaba el peliblanco.
- Vamos Leo, yo sé que quieres – se escuchó la voz coqueta del otro.
Ante ese comentari