- Disculpe, señor y señora Leblanc, pero hay un teléfono urgente para usted.
Inmediatamente nos soltamos y nos miramos preocupados. Inmediatamente sentí un miedo increíble de lo que podría ser. Prácticamente corrí a la recepción, dejándolo atrás. Cuando descolgué el teléfono, escuché a Samantha:
- Ari, ¿eres tú?
- Sí... ¿Qué pasó, Samantha?
- Helena y Daniel tuvieron un accidente automovilístico...
- ¿Como asi?
- Estoy en el hospital... Tengo miedo, Ari. Sé que estás lejos... Pero te quería aquí conmigo...
- Samantha... yo... me dirijo allí.
- Temo perder a nuestro amigo.
Me di cuenta de que estaba llorando. Sentí que mi corazón latía tan fuerte que podría tener un ataque.
- ¿Dónde están ustedes? – alcancé a preguntar.
- En el Hospital Madre T.
- Estoy yendo.
Cuando colgué el teléfono, no pude contener las lágrimas.
- ¿Qué pasa, cariño?
- Helena y Daniel tuvieron un accidente... Fue grave.
¿Realmente me llamó cariño o me equivoqué? ¿Cómo en medio del caos de tristeza que sentía por mi