Aníbal
Yo estaba desesperado. Envié mensajes a mi manada, pero no respondían, y temí que hubieran sido exterminados, destrozados por los enemigos. Iliana seguía llorando por su compañero, que había caído en ese pozo gigantesco y del que estaba seguro no había sobrevivido. Alfa Simón parecía haber hu