Xavier
— ¡Están por todas partes!— gritaba mi mate asustada.
— No sé cómo han podido entrar al castillo. Son tantos que parece una fuerza incontenible. —
— Es por el rey…— decía Bruno inquieto.
— También… creo que vienen por Carmen— decía Marina. Esto cada vez me asustaba más.
— Si… dij